martes, 17 de abril de 2012

LA OLIGOFRENIA NO PERMITE EXPANDIRSE

FÁBULAS DE ESOPO

La golondrina, la serpiente y la Corte.

Una golondrina que retornaba de su largo viaje, se encontraba  feliz de convivir de nuevo entre los hombres.
Construyó entonces su nido sobre el alero de una pared de una Corte de Justicia y allí incubó y cuidaba a sus polluelos.

Pasó un día por ahí una serpiente, y acercándose al nido devoró a los indefensos polluelos. La golondrina al encontrar su nido vacío se lamentó:

-Desdichada de mí, que en este lugar donde protegen  los derechos de los demás, yo soy la única que debo
sufrir equivocadamente.  

No todo lo que beneficia a otros lo beneficia a uno.

El mal agradecimiento produce desconsuelo y falsas deliberaciones, ¿de quien es la culpa de tu insuficiencia?  Administrador

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